En el mundo de la hostelería, tomar la comanda es un proceso clave para brindar un buen servicio al cliente. En la actualidad, existen diversas herramientas tecnológicas que facilitan este proceso; entre ellas se encuentra la comandera. Estas herramientas se han convertido en una opción muy popular dentro de los negocios de hostelería y han evolucionado hasta convertirse en comanderas inalámbricas y digitales.
¿Qué son las comanderas?
Se trata de dispositivos electrónicos que se utilizan para tomar nota de los pedidos a los clientes en los establecimientos de hostelería. Estas herramientas han ido evolucionando con el paso del tiempo hasta dejar atrás la clásica libreta o el esfuerzo de recordar la comanda de memoria.
Una comandera inalambrica permite que los camareros tomen los pedidos desde cualquier punto del local, lo que les da mayor eficiencia en su trabajo. Por otro lado, las comanderas digitales ofrecen una serie de ventajas adicionales, como la posibilidad de personalizar el diseño de la interfaz, incorporar imágenes de los platos y las bebidas y la opción de enviar la comanda directamente a la cocina o barra. A estas ventajas hay que añadir otras como que el camarero que se encuentra en la barra comienza a preparar el pedido de forma casi inmediata. En consecuencia, se reducen los tiempos de espera de los clientes.
Las comanderas inalámbricas y digitales en la hostelería
Las comanderas inalámbricas y digitales se han convertido en herramientas indispensables en este sector. En primer lugar, permiten que los camareros tomen la comanda de forma más eficiente y rápida, lo que se traduce en mejor servicio al cliente y mayor satisfacción de este.
Además, estas herramientas ofrecen la posibilidad de gestionar mejor el inventario de los establecimientos. Al tomar la comanda digitalmente, pueden registrarse los pedidos de manera más precisa y es posible llevar mejor control de las existencias de los ingredientes y productos. De esta forma, puede evitarse la falta de algún producto y ello garantiza que la existencia siempre de lo necesario para satisfacer las necesidades de los clientes. Otra ventaja es que los camareros no necesitan parar a calcular la cuenta, ya que se obtiene de manera automática.
Por otro lado, una comandera digital también ofrece una serie de virtudes adicionales para los clientes. Al ver las imágenes de los platos y las bebidas, pueden hacerse una mejor idea de lo que van a pedir, algo que les lleva a tomar decisiones más informadas. Además, los errores por malas anotaciones se reducen al mínimo.
Actualmente, se desarrollan demostraciones de este tipo de tecnología para que los potenciales clientes conozcan de primera mano qué ventajas les ofrece, al tiempo que comienzan a conocer el sistema.
En conclusión, las comanderas inalámbricas y digitales se han convertido en herramientas indispensables para tomar la comanda en el mundo de la hostelería. Otorgan mayor eficiencia al trabajo de los camareros, mejor gestión del inventario y una experiencia más satisfactoria para los clientes. Por todo ello, cada vez más establecimientos de hostelería están incluyendo una comandera como herramienta en su día a día.
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