Un lector de matrículas se ha convertido en un complemento indispensable para distintos espacios de trabajo. Por ello, aquí se comentarán sus características, funciones y ventajas principales de su uso.
¿Cómo funciona un lector de matrículas?
El dispositivo se instala fácilmente e incluye una cámara en su estructura. Así, al detectar la entrada de un vehículo, hace una fotografía que se envía a un ordenador. Gracias a un programa específico, la imagen se procesa en segundos y los resultados son muy fiables y permiten:
- Descubrir las imprudencias cometidas por quien conduzca el vehículo y los peligros que conlleva su actitud.
- Detectar el cambio de sentido de un vehículo.
- Identificar si se trata de un turismo, un camión, una furgoneta o una motocicleta.
- Calcular la velocidad a la hora de captar la imagen.
¿Para qué se suele usar un lector de matrículas?
Son varios los usos y la mayoría están relacionados con la seguridad. Se resumen en el siguiente listado:
- Identificación de las matrículas en la ITV.
- Control de los turismos en los peajes.
- Cálculo de la velocidad en cada tramo de una vía.
- Control en una frontera.
- Llevar un registro de seguridad en un aparcamiento.
- Realizar una fotografía (en el caso de los vehículos policiales, de la Guardia Civil de tráfico o de los radares).
- Detectar los camiones que han accedido a una zona de peaje.
- Controlar el acceso a una empresa, centro logístico o zona residencial.
- Gestionar un aparcamiento para camiones.
>> Ventajas para la instalación cámaras de seguridad
¿Cómo se lee cada matrícula?
Hay diversas alternativas, aunque la lectura Optical character recognition (OCR) es la más común. La cámara interpreta los símbolos de un alfabeto específico para después almacenarlos como datos. Por su parte, el algoritmo del sistema se encarga de realizar la clasificación correspondiente. Esta tecnología ayuda a:
- Localizar vehículos robados o usados en algún tipo de delito.
- Interpretar y convertir los datos en motivo de análisis estadísticos que adquieren valor a la hora de valorar la funcionalidad de una infraestructura concreta.
Lo habitual es que el lector incorpore también un IR (sensor de infrarrojos) y una resolución Full HD para que la imagen sea fácilmente identificable. Así, las imágenes se graban en una tarjeta SD y se suele conectar el dispositivo también a un teléfono móvil para que pueda gestionarse la información de forma inmediata llegado el caso.
Igualmente, es importante valorar la conectividad del producto y su compatibilidad con el sistema operativo principal para que su funcionamiento sea el más apropiado. De hecho, los modelos más modernos incluyen novedades como la visión nocturna, un ángulo mayor o una cámara IP conectada por wifi al ordenador principal.
Así, el lector de matrículas ha ido modernizándose progresivamente hasta convertirse en una medida de seguridad más para cualquier empresa e incluso se usa en otros espacios como comunidades de vecinos con muchos propietarios.
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